¿Piel "de gallina" en el rostro?

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Debemos sentirnos orgullosos de que no se nos ponga la piel de gallina en el rostro. Es una de las pocas cosas que nos separan de los chimpancés.

Se nos pone la piel de gallina o "chinita" sólo en aquellas partes del cuerpo donde tenemos vello, que tenemos para protegernos del frío. Cuando el vello que tenemos no es suficiente para aislarnos lo suficiente, los músculos en la base de cada vello se endurecen, haciendo que el vello se eleve. 

En los animales cubiertos de pelo, la elevación del pelo viene de un cúmulo de vellos en la base de la piel. El aire frío es atrapado entre el vello, antes de alcanzar la piel, aislando así a estos animales del frío.

Aun cuando los seres humanos hemos perdido gran parte del pelo corporal, las contracciones musculares siguen ocurriendo para defendernos del frío. En lugar de tener una capa de pelo en todo el cuerpo, lo único que tenemos para defendernos del clima son unos cuantos vellos y muchos montículos de piel que solían soportar a muchos pelos a la vez y ahora, sólo lo hacen por un sólo vello. 

Cuando a un león se le pone la piel de gallina, se le eleva la melena y se ve más feroz, mientras que en los seres humanos, sólo nos hace ver vulnerables.

La piel de gallina aparece en las extremidades de los seres humanos, principalmente en las superiores, y en el pecho y espalda, "protegiendo" así, la temperatura de la caja torácica. Ni en las plantas de los pies ni en las de las manos, ni en la cara del ser humano se da esta condición.