¿Qué necesitamos menos de nuestro cuerpo?

Daniel Kolitz, que participa en varias publicaciones y portales de ciencia investigó recientemente cuál es el órgano del cuerpo que “menos utilizamos” o que sirve menos a la vida diaria.

Elizabeth Brainerd fue una de las especialistas consultadas. Explica que el primer órgano que sacrificaría sin problema es la vesícula biliar.

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Recordó que una de las cirugías más comunes es la que retira del cuerpo ese órgano por la presencia de cálculos biliares. Agrega que el hígado produce bilis que puede pasar directamente al intestino para ayudar a digerir las grasas. La vesícula es un almacén extra de bilis y ayuda a la digestión cuando abusamos de las grasas. Las personas que no la tienen, deben ser cuidadosos de no abusar de contenidos grasos al mismo tiempo, porque pueden sufrir de dolores abdominales, náusea e incluso vómito.

Después de eliminar la vesícula, Brainerd dejaría ir el bazo, que es parte del sistema linfático, además de ayudar a evitar las infecciones. “Algunas veces se daña, en algún accidente, y tiene que ser removido y a la gente le va bien sin él”, aunque agrega, son más susceptibles a tener infecciones serias.

¿De qué órgano del cuerpo te desharías si fuera necesario?

El siguiente órgano del que se desharía sin mucho trabajo esta doctora en Biología Evolutiva de Harvard, sería un riñón, porque según explica, “las personas saludables no necesitan dos riñones”.

Finalmente, el cuarto órgano del que no le costaría trabajo deshacerse sería el pulmón izquierdo, porque la capacidad pulmonar en personas saludables, dice, excede por mucho las necesidades reales, incluso al hacer ejercicio.

Resulta que el pulmón izquierdo es el menor de los dos, así que se puede vivir sin él. Aclara, desde luego, que vivir con un sólo pulmón sí afecta la capacidad de ejercitarse.

La doctora Brainerd concluye diciendo que después del pulmón izquierdo, no se desharía de los demás órganos.

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Palmaris longus

Palmaris longus

Kolitz entrevistó además al biólogo Nathan Lents, que considera a la muñeca y los 8 huesos que la conforman, una nada eficiente decisión de la naturaleza; David Green, profesor de Anatomía que piensa en un pequeño músculo que tenemos en el antebrazo llamado palmaris longus, que explica, se usa tan poco, que parece un delgado tendón y que no sirve casi para nada y finalmente a Melissa Wilson, especialista en biología evolutiva que explica que para ella, el órgano menos útil siempre dependerá del entorno en el que se encuentre la persona.

Aquí se puede leer el artículo completo, que vale la pena.