Chanclas y arte
Para 3 mil millones de personas, las chanclas son el único par de "zapatos" que tienen. Con los años y después de muchas reparaciones, terminan por llegar a la basura, donde millones de ellas alcanzan los cuerpos de agua, llegando tarde o temprano al mar. El Programa de Medio Ambiente de la ONU estima que al menos 13 mil pedazos de plástico y materiales sintéticos (chanclas), flotan en cada kilómetro cuadrado de océano.
El proyecto de Ocean Sole nació en 1998 en Kenya, donde miles de chanclas llegaban a las playas, impactando el medio ambiente de manera seria. En 1999, e inspirada por los juguetes que algunos niños construían con las chanclas mismas, que la fundadora de la empresa, Julie Church, convenció a las madres de los niños de empezar a recoger las chanclas para lavarlas y transformarlas en productos.
OCEAN SOLE TRANSFORMA 4 MIL KILOS DE CHANCLAS AL MES EN ARTE
Desde ese entonces y hasta ahora, Ocean Sole, con ayuda de la ONU, trabajan en Kenya en diversos programas de reciclaje y han conseguido una distribución global de sus productos.
Desde el año 2005, han levantado y limpiado mil toneladas de chanclas en las costas de Kenia, dando un trabajo estable a 150 personas de escasos recursos, además de donar el 10% de sus utilidades a programas de conservación marina.